Las había preparado por unica vez hace como 10 años. Si bien son deliciosas, me resultó tan engorroso el pelado que archivé la receta en el fondo del cajón.
Hasta que mi marido el otro día me mostró las castañas en la verduleria: hice tripas corazón y compré un kilo. Regalé un cuarto de pasada y miré la bolsa con resentimiento y pesar. Pero, nobleza obliga , las volví a preparar. Y no sé si la edad me dio más paciencia o que fue, porque no me resultaron tan engorrosas de cocinar. Les cuento y se las hago lo mas fácil posible:
Enjuagué las castañas enteras. Las puse en una cacerola , las tape con agua y las puse al fuego. Desde que rompió hervor, conté una hora, agregando agua a medida que se iba consumiendo.
Cumplido el tiempo, apagué el fuego y a medida que las podia tocar, de a una las iba pelando. Las castañas tienen la cascara y aparte una piel que a veces se adhiere con garra a la parte comestible. Asi que pongan, musica o la tv, se sientan tranquilas y con paciencia hay que ir sacándole ambas. Algunas son mas fáciles de pelar que otras. Yo estuve una hora y media para pelar los 750 grs. Pero se me rompieron muy pocas.
Aparte hice un almibar con 500 cc de agua y 250 grs de azucar, una chaucha o una cucharada de escencia de vainilla. Si les gusta le pueden agregar un chorrito de ron o cognac. Lo ponen al fuego y cuentan 20 minutos desde que rompe el hervor.
Puse las castañas en un envase, y las tape con el almibar tibio. Las deje reposar un día en la heladera y listo.
Riquisimas. Si vale la pena? En verdad les digo que cuando vean la cara de éxtasis de los suyos cuando las coman se daran cuenta que VALE LA PENA hacerlas.
Que lo disfruten.
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